El casco de esquí es el elemento mas importante para llegar a las pistas de esquí de forma segura. Hemos realizado una gran selección de cascos de esquí con o sin visores para todos los tipos de esquiadores sean hombres, mujeres o niños.
Un casco de esquí es el accesorio esencial para ir a esquiar tanto para los principiantes como los esquiadores más experimentados. Esto vale especialmente para los esquiadores que salen fuera de pista como dentro de las pistas normales.
Igualmente los accidentes más frecuentes en las pistas delimitadas son lesiones en la cabeza. Concierne principalmente esquiadores sin casco. Así que nuestro consejo principal es que dejemos todos los prejuicios en casa antes de ir a esquiar. Hay que llevar un buen casco de esquí o snowboard a las pistas, porque este accesorio ¡nos puede salvar la vida!
Cómo medir la talla de un casco de esquí
Para saber la talla que debes elegir para tu casco de esquí, puedes seguir unos pasos sencillos. Obviamente será más fácil si alguien te ayuda, pero sino lo puedes hacer tu mismo.
Primero toma una cinta métrica, como las que se usan para coser. En segundo lugar, tienes que medir la circunferencia de tu cabeza (en cm) en la frente, un par de centímetros por arriba de tus cejas. Deberías obtener una medida entre 51 y 63 cm. Con esa medida, sólo tienes que elegir un casco de esquí que se adapte a tu cabeza.
Algunos cascos de esquí tienen un sistema de ajuste que puede adaptarse a un rango de tamaño más grande. Un casco de esquí que comprima su cabeza desde el primer intento no será la talla apropiada. No hay que olvidar que el casco se lleva en la cabeza todo el día así que debes estar cómodo con él.
Criterios de elección de tu casco de esquí
Una vez que se conoce la talla correcta, hay que asegurarse de que el casco de esquí calce bien. Luego es cierto que no es fácil entender por qué los precios pueden variar tanto de un modelo de casco de esquí a otro. Aunque parezcan casi idénticos a primera vista, hay varios factores que pueden encarecer el precio de un buen casco. Aquí te contamos algunos criterios que diferencian un casco de otro y explican estas variaciones de precios de los cascos de equí.
Se recomienda en general cambiar el casco cada tres años o después de un choque. En este último caso, pierde en resistencia contra una posible nueva colición, y el casco corre riesgo de haberse fisurado y no cumplir con su función de protección al 100%.
Peso de los cascos de esquí
Para mayor comodidad, el casco de esquí debe ser lo más ligero posible. En el mejor de los casos, podríamos olvidar que lo llevamos puesto. Un casco de menos de 520 gramos se puede considerar un casco ligero o incluso muy ligero si baja de los 450 gramos. Encima de estos 520 gramos es un peso normal o regular.
Tipos de construcción de los casco de esquí
Uno de los factores que más influyen en el precio de un casco de esquí es su tipo de construcción. Hablamos no sólo de los materiales sino de cómo se han manipulado para formar el casco.
Existen distintos tipos de construcción que pueden aplicarse para la fabricación de cascos de esquí con éstos materiales:
Tecnología In Mold: es la que moldea la cubierta y la espuma interior en una sola operación, lo que hace que el casco sea ultra ligero.
Tecnología Doble In Mold: en esta tecnología se superponen dos estructuras de protección en el mismo casco, lo que brinda cascos ultra ligeros y más fáciles de ventilar con sistemas de autoregulación.
Construcción ABS: con espuma que recubre el interior. Este es el tipo de cascos más común que podemos encontrar, incluso para la industria de la construcción, ciclismo, escalada y demás deportes (esquí y snow incluidos). La espuma rígida se encuentra recubierta por policarbonato o plástico y brinda gran resistencia a los golpes y durabilidad.
Construcción híbrida: combina una cubierta de ABS inyectado con una capa In Mold que proporciona mayor ligeresa y comodidad.
Lo más importante a partir de todos estos tipos de construcción, es que el casco de esquí esté correctamente homologado con el sello CE EN1077. A partir de aquí, puede tener las capas In Mold o ABS, que más te convenzan. Pero con la certificación ya se sabe que el casco de esquí cumple con las normas de protección, y te protegerá de forma efectiva.
La carcasa y materiales
La capa exterior del casco de esquí puede estar construída en plástico conocido como ABS: Acrylonitril Butadiene Styrene (acrilonitrilo butadieno estireno) de diferente grosor; o policarbonato dependiendo del deporte que se practique.
Como dijimos anteriormente, la norma ABS indica que la cubierta exterior está hecha de plástico moldeado. Eso permite que tenga una buena absorción de impactos. También permite una mayor durabilidad del casco en el tiempo.
La espuma de los cascos de esquí
En el interior de los cascos, un material muy utilizado es el poliestireno expandido, conocido en el mundillo como EPS. Existen diferentes densidades de EPS según el casco, y su función está en estirarse o romporse de acuerdo a la fuerza del impacto.
La espuma es un factor importante ya que con una buena espuma, estaremos cómodos, durará más en el tiempo y proporcionará protección contra los golpes.
Por ejemplo, una espuma de EPP (polipropileno expandido) recupera su forma después de un choque. Otro tipo de espuma, la espuma EPS (poliestireno expandido) proporciona una buena protección contra los golpes y es muy ligera. Pero no será una espuma durable para varios choques.
Ventilación
Además de proteger, el casco de esquí cumple la función de un gorro para la nieve, y ayuda a mantener el calor de la cabeza. Pero el calor excesivo puede producir sudor, y como consecuencia una sensación de malestar con el casco. Es por eso que cada vez más marcas incorporan sistemas de ventilación en el casco de esquí para evacuar el calor y la transpiración. El casco además, está vinculado con la máscara de esquí. Tienes que pensar que las gafas cubrirán la parte de tus ojos.
Algunos cascos de esquí disponen de un sistema de ventilación fijo. Otros tienen ventilación autoajustable, lo que significa que pueden estar más o menos ventilados según las preferencias del esquiador, que puede ajustar manualmente el sistema de ventilación.
Una buena correa yugular
Cabe prestar atención a la correa yugular y su sistema de sujeción. Es importante que el clip de plástico que sujeta la barbilla no se mueva ya que en los descensos rápidos llevar casco puede convertirse en una verdadera pesadilla.
En cuanto a los sitemas de cierre, está la hebilla tradicional que en cascos de esquí más desarrollados está siendo reemplazada por el sistema de cierre Fidlock, que funciona con imanes. Sea cual fuere el tipo de cierre, para una buen confort, lo ideal es que la correa esté forrada en tela.
Higiene del casco
Cada vez más cascos de esquí permiten desmontar el forro interno o una parte del mismo para poder lavarlo. Ese tipo de prestaciones es ideal ya que llevando el casco puesto todo el día, es más agradable volver a usarlo una vez higienizado. Además, poder limpiar el casco permite prolongar su vida útil en el tiempo.
Cascos de esquí con bluetooth o conexión para auriculares
Algunos tipos de casco de esquí permiten incorporar auriculares o incluso tienen una conexión para recibir llamadas o escuchar música por bluetooth. Es una función que muchos encuentran interesante, pero te aconsejamos que no abuses de ello. En realidad, no nos gusta por el simple hecho que va en contra de la seguridad. Sea cual sea tu nivel de esquí, se necesita escuchar a los demás y a los ruidos en general para evitar accidentes.
Puedes comprar un casco con bluetooth por «seguridad» si necesitas hacer alguna llamada de emergencia o si alguien te llama y así no tienes que quitarte el casco y guantes para hablar. Pero lo ideal es no escuchar música mientras esquías. Sí en paradores o si haces una pausa en la punta de una montaña antes de iniciar el descenso.
Y no olvides que siempre estamos a las escucha de tus comentarios, dudas o feedback. Te invitamos a seguirnos en en las redes sociales y a que nos compartas tu experiencia con tu casco de esquí.
